El pasado viernes nuestros alumn@s disfrutaron de lo lindo en una serie de talleres montados con motivo del día de la mujer trabajadora. Niños y niñas pudieron experimentar tareas tan diversas como planchar, hacer la cama, tender, cocinar, cuidar a un bebé, arreglar bicicletas, poner luces o hacer cadeneta. También pudimos leer los murales y redacciones hechos por los alumnos mayores así como admirar las hojas decorativas en las que habíamos escrito mensajes dedicados a la mujer. Los maestr@s también nos divertimos mucho viendo lo apañaíllos que sois todos. ¡Esperemos que tanto aprendizaje no caiga en desuso!
LA SIRENITA ARIEL
Érase una vez una sirenita que se llamaba Ariel. Era una sirenita muy guapa y tenía cola. Claro, si es una sirena tiene cola. Tenía el pelo rojo. Cuando cumplió 12 años era el siglo X.
Ella quería ser una chcia normal, como todos. Pero su padre quería que se casara con un hombre muy rico. Ese hombre también era sirena. Pero Ariel no quería. Su padre la obligó. Y ella dijo: yo no pienso casarme con ese hombre. Fue muy lista porque el hombre solo la quería por su belleza así que se maquilló muy fea para engañarlo. El hombre no la quiso y se fue a otro pueblo del océano.
Ariel se casó con quien ella quiso y fue muy feliz.
ELISA ROBLES
LA SIRENITA
Érase una vez una sirena llamada Ariel. Ariel se fue en busca de cosas humanas. Ariel tenía un amigo que era un hada. Un día, Ariel fue a la superficie y se enamoró de una hormiga. Allí vio también dos anillos y ochenta pulseras. Ariel fue a preguntar al hada qué era eso. Pasada la noche, volvió a la superficie y vio a la misma hormiga. Fue a la caberna de su amigo Foforoso y dijo: quiero piernas. Foforoso le pidió a cambio su voz. Ariel le dio la voz y se dio cuenta de que prefería tener su voz a casarse con la hormiga. Foforoso le devolvió la voz y 200 poderes de sirena.
EDUARDO
LA SIRENITA TRABAJADORA
En tiempos muy lejanos, había una sirenita que quería ser humana para casarse con un príncipe y ser una princesa. Un día se lo preguntó a su padre y éste le dijo: pasa ser una princesa humana..para eso te quedas aquí con los peces siendo una princesa sirena. Si quieres ser humana tendrás que tener más importancia como un trabajo. La princesa se lo pensó y dijo: vale, papá, se lo preguntaré al príncipe. Que me deje dinero para así abrir un negocio. Su padre aceptó al igual que el prínipe, que dejó su reinado para abrir un negocio. Los padres del príncipe también aceptaron. Además, la sirenita empezó a ir a la escuela para aprender más. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
ZAIDA
LA BELLA Y EL PRÍNCIPE
Érase una vez una niña llamada Bella. A ella le encantaba leer. Un día se fue a la librería y oyó que un príncipe iba a ir a su pueblo. Pero a ella le daba igual. Al pasar varios días el príncipe llegó pero ella se enamoró. Un día estando con el pŕincipe le dijo que lo más importante era ser rey. Desde entonces a Bella no le gustó nada porque lo que le importaba era leer libros para aprender, así que se marchó. Un día el príncipe la buscó. Al final la encontró. Se dio un susto porque estaba andando y a la vez leyendo. Así que el príncipe ya no quería saber nada de ella. Bella siguió leyendo y al final consiguió su carrera tranquilamente sin el príncipe.
ALBA
AURORA LA TRABAJADORA
Hace muchísimos años, en el s. XIV, nació una princesa llamada Aurora que era muy fea pero trabajadora. Las personas no entendían por qué era tan fea ya que nadie era tan trabajadora y lista como ella. Cuando ya pasó un tiempo nadie la quería, pero vino de visita un inglés y se enamoró de lo mucho que trabajaba, lo feliz que era y su belleza de dentro. Descubrió que era carpintera. Su cuarto era muy bonito, con jarrones, adornos, etc. Aurora descubrió que si se casaba con él haría ella las tareas de casa. Hicieron un trato: ella hacía una tarea y él otra. Lo hicieron. Y colorín colorado, este cuento tan lioso se ha acabado.
PILI
LA BELLA Y LA BESTIA
Érase una vez una muchacha llamada Bella a la que le encantaba leer. Una tarde su padre le enseñó a hacer inventos y se le fue la olla. Fue tras el invento y llegó hasta un castillo abandonado. Ahí vivía una bestia sin amigos por culpa de la voluntad de una anciana. Hasta que a una rosa se le cayeran todos los pétalos. Bella le ayudó a quitarse la maldición. Se hicieron amigos y pasó el tiempo muy rápido. Comía con él, jugaba con él, etc. Se iban cayendo los pétalos pero Bella siempre siguió siendo su amiga. Así encontró a su amor verdadero.
LUCÍA
