Después de dos cursos maravillosos en Lanjarón, en mi Lucena Rivas, llegó el momento de abandonar las montañas alpujarreñas por los campos malagueños. Así, al igual que hiciera Mary Poppins rompiendo el vuelo con su música a otra parte, me marcho con una sonrisa, decenas de recuerdos y la nostalgia del que sabe que ya no verá más por las mañanas las caritas dormidas de sus 16 mochuelitos.
A lo largo de las últimas semanas ya os he dicho todo lo posible y eso sigue siendo poco para vosotros. Sólo me queda desearos que paséis un verano estupendo y que empecéis el nuevo curso con la misma ilusión y empeño que me habéis mostrado en este tiempo. Cada Mochuelo a su Olivo seguirá siendo vuestro blog porque no cierra, no me quiero deshacer de él. Así que el año que viene lo encontraréis abierto para vosotros y los niños del nuevo cole al que me dirijo en Archidona. Espero que lo sigáis y así yo pueda saber de vosotros y vosotros de mí.
La última entrada no podía ser otra que el video que con tanto trabajo habéis hecho junto al maestro Paco Pepe. Siempre que os eche de menos lo podré ver... Eduardo, María, Zaira, Ana, Jessi, Andrés, Elisa, Rocío, Jairo, Zaida, Carolina Romero y Mingorance, Crístofer, Pili, Lucía y Alba... ¡Gracias por todo!
Me encanta es chulisimo.Ana
ResponderEliminarHa mi tambien me gusta mucho.Zaida
ResponderEliminarlos juegos son muy chulos
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